Estimados amigos: Espero me sea publicado este poema a esa tierra tan bella a la cual serví con honor y honestidad.
TIERRA CAFETERA
Por Coronel Héctor José Corredor Cuervo
En la tierra cafetera, donde reina la confianza, se ven crecer de primera los caturros en labranza como globos en hilera con cerezas en bonanza bajo el sol de primavera con sus rayos de esperanza.
En sus apacibles predios, sembrados de platanares de guamos y de naranjos, para cuidar cafetales, se siente el frescor de gajos y el calor en los mortales que reciben los extraños con afecto entre sus brazos.
En sus entrañas se anidan pájaros de mil colores los que con trinos incitan a cantarle a los amores y a contemplar con amigos la venustez de mujeres teniendo al cielo testigo aún se sientan temblores.
En las veredas hay casas rojas, blancas, amarillas con techos ocres en tejas, habitaciones sencillas, galerías con materas de vistosas barandillas, maquinas despulpadoras de las mejores semillas, bandejas en secadoras para orear cascarilla, fogones en las cocinas de ladrillo con hornilla para alimentar labriegos que trabajan sin mancilla, con frijoles, con arepas, con chicharrones, tortilla y con las carnes saladas que se asan en la parrilla.
A lo lejos se divisa la grandeza de la sierra que sale cual la cornisa desde el alma de la tierra con sus gélidos nevados como copos de algodón en paraíso encantado bajo los rayos del sol.
Al terminar el ocaso, en las tardes de arrebol, se ven colgando del cielo las estrellas cual farol las que clarean hogares de alegría y de ilusión para dejar los pesares entonando una canción con guitarras y con tiples, con requinto o acordeón.
En las cañadas se ven volando en fila las garzas que viajan para su edén donde sueñan entre zarzas dando ejemplo a los humanos de unión, de paz, de grandeza para vivir como hermanos en libertad sin flaqueza.
Su gente es grata y honesta la cual preserva el honor sin pensar en el fracaso o en la contienda temor; escudriña en cada paso que florezca la razón en todos los colombianos y se consiga la unión.
Esta es la tierra más bella y orgullo de la nación donde se ven Chapoleras, cual Afrodita en acción, recogiendo las cerezas de dioses y población.
19 abril de 2005. Conmemoración de los 100 años de constituido el departamento de Caldas.
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Estimados amigos:
Espero me sea publicado este poema a esa tierra tan bella a la cual serví con honor y honestidad.
TIERRA CAFETERA
Por Coronel Héctor José Corredor Cuervo
En la tierra cafetera,
donde reina la confianza,
se ven crecer de primera
los caturros en labranza
como globos en hilera
con cerezas en bonanza
bajo el sol de primavera
con sus rayos de esperanza.
En sus apacibles predios,
sembrados de platanares
de guamos y de naranjos,
para cuidar cafetales,
se siente el frescor de gajos
y el calor en los mortales
que reciben los extraños
con afecto entre sus brazos.
En sus entrañas se anidan
pájaros de mil colores
los que con trinos incitan
a cantarle a los amores
y a contemplar con amigos
la venustez de mujeres
teniendo al cielo testigo
aún se sientan temblores.
En las veredas hay casas
rojas, blancas, amarillas
con techos ocres en tejas,
habitaciones sencillas,
galerías con materas
de vistosas barandillas,
maquinas despulpadoras
de las mejores semillas,
bandejas en secadoras
para orear cascarilla,
fogones en las cocinas
de ladrillo con hornilla
para alimentar labriegos
que trabajan sin mancilla,
con frijoles, con arepas,
con chicharrones, tortilla
y con las carnes saladas
que se asan en la parrilla.
A lo lejos se divisa
la grandeza de la sierra
que sale cual la cornisa
desde el alma de la tierra
con sus gélidos nevados
como copos de algodón
en paraíso encantado
bajo los rayos del sol.
Al terminar el ocaso,
en las tardes de arrebol,
se ven colgando del cielo
las estrellas cual farol
las que clarean hogares
de alegría y de ilusión
para dejar los pesares
entonando una canción
con guitarras y con tiples,
con requinto o acordeón.
En las cañadas se ven
volando en fila las garzas
que viajan para su edén
donde sueñan entre zarzas
dando ejemplo a los humanos
de unión, de paz, de grandeza
para vivir como hermanos
en libertad sin flaqueza.
Su gente es grata y honesta
la cual preserva el honor
sin pensar en el fracaso
o en la contienda temor;
escudriña en cada paso
que florezca la razón
en todos los colombianos
y se consiga la unión.
Esta es la tierra más bella
y orgullo de la nación
donde se ven Chapoleras,
cual Afrodita en acción,
recogiendo las cerezas
de dioses y población.
19 abril de 2005. Conmemoración de los 100 años de constituido el departamento de Caldas.
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